¿LAS ARTICULACIONES TIENEN MEMORIA?
Esto mismo me pregunté yo un día en una de las clases de traumatología de la facultad… Y todo vino por una anécdota que nos contaba el profesor: tenía una paciente que era gimnasta y que se había roto el codo, ya había pasado lo peor, la consolidación dela fractura, recuperar el tono muscular, evitar el dolor… pero algo fallaba. Me comentaba que cuando lanzaba una maza (uno de los 5 aparatos de los que se compone la gimnasia rítmica) al aire, no conseguía que ese lanzamiento fuese efectivo, nunca acababa donde ella prentendía… Así que dándole vueltas a la cabeza recordé… la propiocepción!!
Lo que ocurría en este caso es que se dejó atrás un pequeño paso pero muy importante para dar por finalizada la rehabilitación de esta chica, re-entrenar la memoria de su articulación. ¿Y esto qué quiere decir?
Todos sabemos que el cuerpo humano tiene 5 sentidos: la vista, el oído, el gusto, el olfato y el tacto; pero menos conocidos son otros sentidos de los cuales estamos dotados. Son unos receptores que nos informan de la temperatura (termoreceptores), de la presión (baroreceptores), del dolor (nociceptores) y los que en este post nos ocupan hoy, los PROPIOCEPTORES, aquellos que nos informan de nuestra posición del cuerpo en el espacio.
Los propioceptores y el sentido de la PROPIOCEPCIÓN se ven alterados cuando sufrimos una lesión, por lo tanto, tan importante es la rehabilitación de los tejidos musculares y articulares como lo es la de la propiocepción. En ese último paso, tras la rehabilitación de los tejidos nombrados, hay que atender a estos receptores, pero siempre con una premisa fundamental, siempre que NO haya DOLOR. Si cuando queremos a empezar a entrenar la propiocepción aún hay dolor, es que no es el momento. Si lo hiciésemos estaríamos creando un bucle de dolor constante (aquí aparecen los nociceptores antes nombrados) y por lo tanto una regresión de la lesión.
Y por supuesto, la propiocepción no solo es un trabajo exclusivo en la rehabilitación, es una parte importantísima en el entrenamiento deportivo en general para prevenir cualquier tipo de lesión.
Y ahora viene lo importante… ¿cómo se trabaja la propiocepción?
El sistema propioceptivo está directamente relacionado con el sistema vestibular (el que responde a los movimientos del cuerpo a través del espacio y los cambios de posición de la cabeza, situado en el oído) para mantener el tono muscular, coordinar automáticamente el movimiento de los ojos, cabeza y cuerpo, manteniendo un campo visual estable. Por lo tanto, es fundamental en la percepción del espacio y en orientación del cuerpo en relación a éste.
Entonces se deduce que la mejor manera de trabajar es poniendo a prueba a estos dos sistemas a través de ejercicios de estabilidad, desequilibrio y recolocación del cuerpo en el espacio; con ojos abiertos e incluso con ellos cerrados, incrementando entonces al máximo la dificultad del ejercicio.
Aquí abajo os dejo algunas fotos con algunos ejercicios que se pueden hacer. Con imaginación se pueden adaptar de manera más específica para cualquier deporte y con todo tipo de material.
¡Ánimo y a trabajar duro!